Como última etapa del proceso de producción, encontramos la postproducción que es el momento en el que se evalúa cómo salió el programa, cómo se escuchó al aire, si se trabajó bien, dónde estuvieron las fallas o los aciertos, si la dinámica del programa se desarrolló según lo planeado, si fueron correctas las decisiones tomadas en cada momento, cómo se puede mejorar, etc.
Para eso es necesario contar con la grabación del aire y hacer una escucha crítica sobre la misma.
Un modelo que puede ayudar a ser críticos es el ICRA:
Inteligibilidad: Acá hago énfasis en si el programa se entendió en toda su extensión, si lo propuesto o ideado quedó plasmado al aire
Coherencia: En este punto analizo si el desarrollo del programa tuvo un hilo conductor a lo largo de los bloques, si la proporción de música, locución y tandas comerciales fue equilibrada. Si es un programa musical también se puede evaluar el equilibrio en la dinámica de la música puesta al aire o en el caso de un programa periodístico, la cantidad de notas o temas que entraron en cada bloque y la densidad de los mismos.
Relevancia: Este punto es fundamental porque hoy en día hay muchos canales de comunicación y cada vez más especializados en diversos temas por lo que es muy probable que la producción realizada ya haya sido abordada en otro lugar. Entonces lo que tengo que analizar es qué aporté nuevo a esa temática y si no lo logré, qué cosas tengo que mejorar para así hacerlo.
Atracción: Acá lo que me interesa saber es si la dinámica y la manera de dirigirme al público objetivo que me planteé en la preproducción es la adecuada o si tengo que modificar algo para que así sea.
Estas etapas se desarrollan con mayor o menor grado de atención y dedicación en casi todos los programas radiofónicos aunque algunos lo hagan de manera inconsciente y automática. Pero es indiscutible que la calidad de un programa va de la mano con el tiempo y trabajo realizado en cada una de las etapas.
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